HABLANDO DEL FASTIDIOSO “ESTREÑIMIENTO”
Es impresionante ver la cantidad de personas que hoy en día sufren de este fastidioso inconveniente, con toda seguridad puedo decir que este mundo moderno, alborotado y veloz, lleno de comidas rápidas y productos artificiales con muy bajo contenido en fibras naturales, haber perdido la costumbre de consumir (o al menos disminuido la cantidad de…) vegetales crudos en nuestra dieta diaria y otras tantas razones que podríamos mencionar hacen que buena parte de nuestra población tenga problemas de estreñimiento.
Generalmente se tenía la costumbre de pensar que estreñimiento se refiere solamente al hecho de no evacuar durante varios días, pero las corrientes modernas se inclinan más (y personalmente estoy absolutamente de acuerdo de ellas) a decir que estreñimiento debe considerarse más de acuerdo a la calidad de las heces, a su consistencia seca y dura, muchas veces difíciles de expulsar.
La otra corriente moderna que también comparto, tiene que ver con la cantidad y calidad de alimentos que consumimos, de tal manera que una persona que ingiere cantidades razonablemente moderadas de alimentos, podría eventualmente evacuar, por ejemplo, un día si y otro no, y no considerarse estreñida siempre y cuando sus deposiciones sean suaves, pastosas y fáciles de expulsar.
El estreñimiento puede estar directamente relacionado a una condición de irritación y/o inflamación del colon que suele empeorar el cuadro de quien sufre este molesto e incomodo problema, por esta razón no soy muy amigo de los laxantes o purgantes como remedio a esta condición (incluso los llamados laxantes naturales), pueden ser útiles en un caso de extrema necesidad pero sin habituarse o depender de ellos, a la larga las consecuencias podrían ser peores.
La verdadera solución está en restablecer la correcta textura del bolo alimenticio y del posterior bolo fecal así como de los movimientos regulares del intestino. Pero antes de darles algunas ideas útiles para resolver definitivamente esta condición tratemos de explicar de una forma muy sencilla como funciona el aparato digestivo y para ello usaremos palabras de uso común.
Comenzando por el estomago, podemos compararlo con una fabrica de compotas, el estómago en efecto mediante su proceso de malaxación, debe preparar una compota suave y húmeda con los alimentos que ingerimos y para ello necesitamos buenas cantidades de líquidos, una vez hecha esta compota, pasa al intestino delgado que vendría a ser una especie de exprimidor de jugos.
En efecto, en el intestino delgado el cuerpo va a exprimir principalmente agua y grasas, y disueltas en ellas estarán todas las sustancias nutrientes para nuestro cuerpo. Esto seguirá ocurriendo por unas siete horas y a lo largo de los poco más o menos siete metros de intestino delgado, hasta que los residuos ya exprimidos caen en el colon que podría compararse con un transportador de basura.
En el colon estos residuos permanecerán por aproximadamente unas 10 a 18 horas, hasta ser expulsados.
Ahora bien, si fabricamos una compota poco húmeda, al ser exprimida, esta se secará muy rápidamente y a lo largo de todo el proceso que se lleva a cabo en el intestino delgado se secará más aún y al caer en el colon estará tan seca y dura que será muy difícil de mover, generando irritación e incluso inflamación.
Sin embargo, cuando nuestros alimentos son ingeridos con suficientes líquidos la compota será tan húmeda que podrá soportar el proceso de exprimido durante el intestino delgado y llegará al colon lo suficientemente húmeda y suave como para ser movilizada con facilidad y sin tantos problemas, pudiendo expulsarse sin mortificación.
La solución está en tres pasos fáciles y sencillos que todos podemos seguir con mucha comodidad. Paso Nº1: Consuma suficientes líquidos a lo largo de todo el día y especialmente durante sus comidas. El consumo normal de agua de una persona adulta debe estar entre 2 y 2 ½ litros por día. Paso Nº2: Consuma avena con frecuencia, puede consumirla en el desayuno o en la cena preparada a su gusto siempre que sea en hojuelas y sin colar. Trate de hacer esto unas tres o cuatro veces por semana por lo menos. Paso Nº3: Acostúmbrese a consumir vegetales frescos y crudos, la utilización de ensaladas por ejemplo en el almuerzo, es una excelente solución. De esta manera usted estará ingiriendo buenas y adecuadas cantidades de fibra natural y mantendrá un nivel de humedad en el tracto digestivo como para eliminar definitivamente el tan fastidioso Estreñimiento.
Un comentario final: Todavía existen personas que mantienen una costumbre que arrastramos desde principios de siglo, y es la de creer que no se deben consumir líquidos durante las comidas. Esta costumbre, en aquel entonces, probablemente era válida. Las personas consumían muchos líquidos (jugos, infusiones, guarapos y otras bebidas similares que de paso eran naturales) durante todo el día, generalmente tomaban sopas o cremas (que son líquidos), se daban todo el tiempo necesario para comer lo que permitía masticar y ensalivar los alimentos adecuadamente, todo esto unido a una forma de vida más lenta y más vivible en todos sentidos. Pero hoy en día la gente no consume líquidos en cantidades adecuadas, por el hecho de no tener (a veces) suficiente tiempo, prácticamente lo que hacen es “tragar” los alimentos y por supuesto nada que hablar de masticar o ensalivar la comida.
En nuestro instituto de investigación hemos desarrollado un producto 100% natural; La Fórmula Herbal I, especialmente formulada para ayudarle a corregir TODO tipo de problemas asociados con el aparato digestivo, no dude en solicitarnos información sobre esta y otras de las fórmulas que hemos creado para ayudarle a lograr una mejor y mayor salud.
UNAS PALABRAS FINALES
El hombre de hoy en día necesita otro tipo de actitud y como consecuencia de su forma de vida, necesita otro tipo de recomendaciones. No consumir líquidos durante las comidas en lugar de ayudarle a tener una vida más sana y placentera, lo que le puede causar es una serie de consecuencias de las cuales, más temprano que tarde, se va a arrepentir. Así que a cuidarnos más y a tener un poquito más de cariño por nosotros mismos, créanme… vale la pena.
Dr. Arturo Brea Romero
Telf: 11.07.84.47
México D.F.